Después de casi dos meses de intensos enfrentamientos, miles de libaneses que huyeron de sus hogares por los combates entre Hezbolá e Israel han emprendido el regreso a sus casas, gracias a un alto el fuego instaurado.
La tregua, en vigor desde las 04:00 horas del miércoles, pone fin a un conflicto que ha dejado un saldo devastador: miles de muertos y 900 mil desplazados en Líbano, además de decenas de miles de evacuados en el norte de Israel.
“Regresamos a este barrio heroico que ha vencido, estamos orgullosos”, afirmó Nizam Hamadé, un ingeniero que acudió a inspeccionar su hogar en los suburbios del sur de Beirut, bombardeados hasta la madrugada.
La carretera que conduce al sur de Líbano quedó atascada por vehículos y camionetas sobrecargadas, cuyos conductores cantaban y hacían sonar los cláxones, celebrando su retorno.
Según el ejército libanés, han comenzado a “fortalecer su presencia” en el sur, bastión de Hezbolá, en el sector sur del río Litani, a unos 30 km de la frontera israelí. Por su parte, el diputado de Hezbolá, Hassan Fadlallah, aseguró que su movimiento cooperará con el Estado libanés para reforzar el despliegue del ejército en la zona.
Este acuerdo, fraguado durante semanas por Estados Unidos y Francia, significa un “nuevo comienzo” para Líbano, celebró el presidente estadounidense, Joe Biden. El primer ministro libanés espera que abra “una nueva página” en la historia del país, incluyendo la elección de un presidente, cargo vacante desde hace más de dos años.
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