En un dramático giro de los acontecimientos, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su esposa se salvaron de un intento de asesinato perpetrado por agentes iraníes y sus aliados de Hezbolá. El ataque con un dron lanzado desde Líbano impactó en la residencia privada de Netanyahu en Cesárea, pero afortunadamente ni él ni su familia se encontraban en el lugar.
“Los agentes de Irán que hoy intentaron asesinarme a mí y a mi esposa cometieron un amargo error”, advirtió Netanyahu en un comunicado. “Esto no nos disuadirá a mí ni al Estado de Israel de continuar la guerra de resurgimiento contra nuestros enemigos para garantizar nuestra seguridad durante generaciones”.
El canciller israelí, Israel Katz, acusó directamente a los “aliados de Irán” de haber intentado asesinar al primer ministro, afirmando que este atentado “muestra el verdadero rostro” de la República Islámica y del “eje del mal que lidera”.
Según informes, al menos tres drones fueron detectados cruzando desde Líbano hacia territorio israelí, siendo dos de ellos interceptados y el tercero impactando en la zona de Cesárea. Afortunadamente, no hubo víctimas en el incidente.
“Cualquiera que dañe a los ciudadanos del Estado de Israel pagará un alto precio por ello. Seguiremos eliminando a sus terroristas”, aseveró el líder israelí, dejando claro que Israel no se detendrá en su lucha contra el terrorismo.
En los últimos dos días, los ataques israelíes en Líbano han cobrado la vida de al menos 36 personas y dejado 204 heridos, elevando el saldo total a 2.448 fallecidos y 11.417 heridos desde el inicio del conflicto hace un año.
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