México se prepara para dar un salto gigante hacia la era espacial. La presidenta Claudia Sheinbaum ha incluido entre sus principales promesas de gobierno el lanzamiento de un satélite nacional que llevará internet a las regiones más remotas del país. Sin embargo, este ambicioso plan enfrenta un desafío clave: México aún carece del marco legal necesario para la fabricación de satélites.
“Hoy existe la oportunidad de que el gobierno pueda generar alianzas con empresas privadas y modificar las leyes para desarrollar una industria satelital en el país”, explica Benjamín Najar Jr., director general de Thrusters Unlimited, una compañía de geoinformación por satélite.
Actualmente, México se ha posicionado como un importante jugador en la industria aeroespacial, produciendo alrededor de 20 componentes para los satélites de la constelación Starlink de SpaceX. Pero dar el salto a la fabricación de satélites propios requerirá de una inversión significativa, que el gobierno estima en unos 400 millones de dólares.
Una alternativa más asequible sería la creación de una “constelación” de satélites de conectividad, lo que implicaría una inyección de capital de 150 millones de dólares. “La tendencia es hacer constelaciones de más satélites porque implica un menor costo”, señala Najar Jr.
Además, México podría aprovechar su privilegiada ubicación geográfica para convertirse en un hub de lanzamientos espaciales, ya que solo existen seis lugares en el mundo con estas capacidades. “Tenemos una posición incomparable por nuestra cercanía al Ecuador y la facilidad de integrarnos a las órbitas espaciales”, afirma el experto.
¡Prepárate para ver a México despegar hacia las estrellas! Con la visión y el impulso del gobierno, la industria aeroespacial nacional está a punto de despegar a nuevas alturas.
