La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta indispensable en nuestras vidas, pero ¿sabías que su uso también tiene un impacto ambiental significativo? Según la experta Rebeca Hwang, profesora de la Universidad Stanford, el consumo energético de la IA, como en el caso de ChatGPT, es mucho mayor de lo que se cree.
Hwang explica que una simple pregunta hecha a la IA eleva el uso de electricidad 100 veces más que una búsqueda en Google. Incluso, Nvidia ha creado un chip que usa 300 veces más energía que versiones anteriores, debido a su mayor capacidad de respuesta.
Este aumento en el consumo energético ha generado una situación inusual para las grandes empresas tecnológicas, que se habían comprometido a alcanzar cero emisiones para 2030. Sin embargo, en los últimos dos años, el uso de IA ha provocado un incremento de más del 50% en el consumo de energía y la generación de emisiones.
Según las estimaciones, solo en Estados Unidos, el consumo de energía por el uso de IA podría elevarse del 3% actual al 8% en los próximos cinco años. A nivel global, el gasto energético de esta tecnología equivale al consumo total de Argentina.
Hwang advierte que este aumento en el consumo energético está contribuyendo al calentamiento global. Datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA) indican que en 2023 la temperatura se ha elevado 1.2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, lo que ha provocado olas de calor y otros fenómenos meteorológicos extremos.
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