En una noche llena de emoción y talento, la 66ª edición de los Premios Ariel, los máximos galardones del cine mexicano, celebró el esplendor del séptimo arte nacional. La gran protagonista de la velada fue Tótem, la aclamada cinta de Lila Avilés, que se alzó con cinco estatuillas, incluyendo las codiciadas categorías de Mejor Película y Mejor Dirección.
La alfombra roja del Teatro Degollado en Guadalajara fue testigo del desfile de las estrellas más brillantes del cine mexicano. Desde la legendaria Angélica María hasta la sensación de la serie Ted Lasso, Cristo Fernández, los reflectores iluminaron a una industria en pleno auge creativo.
Uno de los momentos más memorables de la noche fue cuando Omar Chaparro y Yalitza Aparicio se adentraron entre el público, generando un gran entusiasmo entre los asistentes. Incluso, en un mensaje videograbado, Diego Luna se hizo presente para felicitar a todos los cineastas que hicieron posible esta edición.
El presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, Armando Casas, destacó con orgullo el creciente talento femenino y la representación de las comunidades indígenas y afrodescendientes en las nominaciones. Además, expresó su solidaridad con la situación que atraviesa la cinematografía argentina.
Tótem, la joya del cine mexicano, brilló con su impactante retrato de la infancia y la conexión con la naturaleza. La película de Lila Avilés se llevó los premios más codiciados, consolidando su posición como una de las grandes obras del séptimo arte nacional.
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