América Latina y el Caribe se enfrentan a una urgente necesidad de invertir en programas de alimentación escolar de calidad, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA). En un encuentro regional celebrado en la Ciudad de México, más de 200 delegados de 20 países discutieron estrategias para abordar esta crisis nutricional.
La región enfrenta un panorama preocupante: 40 millones de personas sufren de hambre y uno de cada tres niños padece obesidad. El costo promedio de una dieta saludable asciende a $4,56, lo que dificulta el acceso a alimentos nutritivos.
“Al compartir experiencias y trabajar juntos, podemos construir sociedades más equitativas en las que cada niño tenga acceso a una comida nutritiva en la escuela”, declaró Lola Castro, directora regional del PMA.
Entre las soluciones propuestas se encuentran la compra de alimentos locales, la creación de empleos y el fomento del crecimiento económico. Además, la alimentación escolar se considera un pilar fundamental del aprendizaje y el desarrollo de los niños.
Los países latinoamericanos y caribeños han sido pioneros en programas de comidas escolares, beneficiando a más de 80 millones de estudiantes en 2022. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para revertir la malnutrición en todas sus formas.
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