En una conmovedora historia de alta mar, el capitán del lujoso yate Bayesian, James Cutfield, se enfrenta a una investigación por múltiples cargos de homicidio involuntario y naufragio negligente tras el hundimiento del barco frente a las costas de Sicilia.
El siniestro, ocurrido en medio de una feroz tormenta la semana pasada, cobró la vida de seis pasajeros, entre ellos el magnate británico Mike Lynch y su hija de 18 años, Hannah. También perdieron la vida el chef del velero, Recaldo Thomas, y otros destacados invitados, como el director de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y el abogado estadounidense Chris Morvillo.
Según las autoridades italianas, el fenómeno meteorológico conocido como “tromba marina” habría sido el detonante del naufragio. Sin embargo, la investigación también apunta a posibles fallas en el manejo del barco y las acciones de la tripulación.
“Estamos analizando minuciosamente todas las circunstancias que rodearon este trágico suceso”, explicó el fiscal Ambrogio Cartosio. “Determinar si hubo negligencia por parte del capitán y su equipo será clave para esclarecer lo ocurrido”.
Mientras tanto, los equipos de salvamento se preparan para elevar el Bayesian, cuyo nombre rinde homenaje a la teoría estadística que hizo la fortuna de Lynch. Una vez a flote, los investigadores buscarán pistas sobre las causas del hundimiento, como si las escotillas del barco estaban abiertas durante la tormenta.
“Esta es una tragedia que ha conmocionado a todos”, lamentó Cartosio. “Nuestro objetivo es encontrar respuestas y asegurarnos de que nada similar vuelva a ocurrir”.
