En un movimiento decisivo para contener la amenaza global, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado un plan de seis meses para detener la propagación de la viruela símica. Este ambicioso plan, que se extenderá de septiembre a febrero del próximo año, requiere una inversión de 135 millones de dólares y se enfocará en mejorar el acceso a las vacunas, especialmente en los países africanos más afectados por el reciente brote.
“Los brotes de viruela símica en la República Democrática del Congo y países vecinos pueden ser controlados y pueden ser detenidos”, afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un comunicado que transmite un mensaje de esperanza y determinación.
La agencia está “aumentando significativamente” su personal en las regiones más afectadas, una medida crucial para fortalecer la vigilancia, la prevención y la respuesta ante esta emergencia de salud mundial. Además, Alemania ha anunciado la donación de 100,000 dosis de la vacuna contra la viruela símica, extraídas de las reservas de su ejército, para apoyar los esfuerzos internacionales.
A pesar de los desafíos, la OMS se muestra optimista sobre la posibilidad de controlar y detener estos brotes, siempre y cuando se mantenga una respuesta unificada y coordinada a nivel global.
