Mientras que del bando naranja el discurso es “lo nuevo” contra “lo viejo”, crea harto sospechosismo que sea de dientes para fuera luego de que el team “fosfo-fosfo” haya postulado a Héctor García por Guadalupe, un viejo conocido político emanado de las filas del PRI por muchos años, un cacique, digo, eterno líder sindical que ha apoyado la carrera nada más y nada menos que de figuras tan lindas como la de Francisco Cienfuegos y personajes como Ivonne Alvarez.
El caso es que el team naranja no es el único, otro que “no pudo” encontrar entre sus propias filas de militantes líderes o gente capaz de entrarle, fue el partido de Abel Guerra, MORENA, que para variar, también en Guadalupe, trajeron a un viejo conocido de la política local, Arturo Benavides, quien ha sido militante y diputado del PAN e incluso presidente del extinto partido que fundó la maestra Elba Esther Gordillo Morales. ¿Cómo ve usted?
Y que conste, que si Arturo el panista-elbista-morenista no hubiese competido, Morena hubiera jugado con oootro ex priísta: Tomas Montoya, hijo de Cristina Díaz, actual alcaldesa del municipio.
Total que los pobres guadalupeques tendrán que escoger entre priístas de verdad o priístas de otros colores, nada nuevo en las tierras de la pastora.
¿Qué prefiere usted? ¿Un priista priísta o un priísta que se anda cambie y cambie de partido? Es pregunta, pero no le cambie.
Y recuerde, lo leyó primero aquí, en Sin Chayote.